martes, 4 de septiembre de 2012
La moda en la Postmodernidad. resumen.
La teatralidad de la vida social.
Nos vestimos por los demás, o más específicamente, para ser vistos por, hasta gente extraña. La ropa refleja parte de cómo nos sentimos o como somos en el interior. Llegando a un punto en que se convierte en un espectáculo, experimentando la teatralidad de la vida social.
La moda se convierte en un diseño de la personalidad a simple vista, una especie de publicidad de la cual cada quien se vuelve el empresario de su apariencia.
La vestimenta nos permite socializar, entablar dialogo con los demás de una manera indirecta, al coincidir o diferir en el estilo que usamos, los demás se dirigen a nosotros según nos presentamos.
La desinconización del símbolo.
Existen estrategias para escapar del estigma del estereotipo o identidades estereotipadas, por ejemplo los gay. La moda ha cambiado a través de los años, incluso llegando a un punto donde el hombre intenta imitar a la mujer y viceversa, dándole paso a la androginia. Desatando el estereotipo de la mujer u hombre feminista, etc.
Warhol señala que uno debe mantenerse fiel a su estilo independientemente de si esté de moda o no, se conserva bello al ser autentico y no al estar cambiando según la temporada.
El vestido. De lo estético a lo político.
La indumentaria ha pasado de ser tan solo una diferenciación de clases sociales o uso de lujos ante una sociedad, a ser una expresión que diferencia a un individuo de otro, montando una escenografía que refleja al interior de una persona.
La moda corre en paralelo con el capitalismo, alimentan el deseo y la satisfacción del consumismo y nos provocan una pasión y emoción muy particulares. Todos deseamos lujos, excesos, etc.
La moda y el capitalismo producen un ser excitado, un aspecto característico del diseño de la personalidad en sociedad del espectáculo.
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